Champasak es una perla de pueblo, Wat Phu es un sitio sagrado y Don Daen es una de las mejores islas de Laos para visitar en bicicleta. ¡Aquí les contamos!
Champasak, Wat Pu y Don Daen estaban en nuestra mira desde que pusimos los pies en Laos.
Estábamos listos para dejarnos crecer las rastas y bañarnos en las 4000 islas (Si Phan Don), justo en las aguas que rodean la isla de Don Khon, cuando la lluvia nos arruinó los planes. Como llegó la hora de la despedida, comenzamos a preguntar por ahí el camino hacia nuestro próximo destino, Champasak. “Pero, ¿por qué van a dormir allí, nadie se queda allí?”, “No hay nada que hacer en ese pueblo, todo el mundo va a Pakse y desde allí cogen mini-van o moto para ir 1/2 día al Wat Phu de Champasak “,” Tienen hijos, bla, bla “. Ah sí?, no me digas ¡Challenge accepted!
Bueno, el autobús nos dejo tirados en la autopista 13 y desde allí caminamos hacia el muelle para cruzar en canoa hacia Champasak. Como era de esperar, tuvimos que negociar el pasaje con un Big Lebowski que no quería levantarse de su hamaca. Como su precio era exagerado, pretendimos ir a ver a otros capitanes. Al vernos, el hombre se despertó de su sueño divino, y listo, fuimos teletransportados en su balsa.
Al llegar a Champasak, nadie nos estaba esperando ni para jodernos la vida, ni para vendernos porquerías … ahh la buena vida.
Champasak se encuentra en un lugar muy tranquilo, por un lado se pueden admirar las montañas y por el otro las casas de estilo colonial. El pueblo está bordeado por el mekong. Pasamos por la panadería, el teatro de sombras, el taller de costura, la pequeña escuela y por casi todo el pueblo antes de ser descubiertos por alguien … .ahhhh lo que es un verdadero pueblo.
Visita de Champasak
Si usted es un trompo que necesita un tornado para sacudir el cuerpo, este no es el pueblo para usted. En Champasak, la principal atracción son los estudiantes que regresan a sus casas en unas bicicletas mas grandes que sus piernas. Vimos el espectáculo bebiéndonos un café servido por la señora que vende pan y hace fotocopias para los aldeanos. Por supuesto, pueden ir al otro café moderno y turístico del lugar, pero en ese se perderán el ambiente local.
Hay por lo menos dos restaurantes para turistas en Champasak, pero si lo prefieren, pueden comer la ensalada Khmer preparada por la abuela que vende papitas (hay algunas en la ruta principal). Descubrimos su mortero y nos aseguramos de que comprendiera que queríamos comer la misma comida que le vendía a los lugareños. Oh, Señor, fue difícil, pero la recompensa fue una delicia, digna de un restaurante de cinco estrellas.
Puestas de sol
Ok, para la desgracia de la familia, la colombiana está obsesionada con los malditos atardeceres. Pero bueno, aquí se pueden ver sin nadie en los alrededores, junto a la naturaleza salvaje.
Otras actividades
Bueno, aprovechamos la atmósfera del pueblo y de su gente para enviar Sabai diis, para hacernos un sarong en el único taller de costura del lugar, para tomarnos fotos con gente que nunca había tocado un pelo rizado. Hasta nos invitaron a una presentación en el teatro de sombras (a la que no asistimos, ya que era demasiado tarde para los niños).
Wat Phu
Este templo hindú es un sitio del patrimonio mundial de la UNESCO. Su ubicación es increíble, justo al pie de la montaña Phou Kao, “la montaña del seno,” llamada así por el quebequense porque el linga en su cima (símbolo fálico adorado como Shiva) parece un seno si lo miran desde lejos. Y no es una broma.
Ademas de la connotación viril de Phou Kao, añadanle dos lagos artificiales delante del sitio (reserva y agua sagrada), un santuario con inscripciones del siglo quinto, un templo de estilo Angkor construido en el siglo 12, tallas en las piedras y el resultado? una bomba de Wat.
La entrada a 50 000 kip incluye el museo y el gran coche de golf que los llevarán al pie del monumento. Ahí, preparen las piernas porque es cuando comienza el horrible ascenso de cientos de escaleras.
Pueden ir en bicicleta o en tuk-tuk ya que el Wat está a 10 km de Champasak. Los Padawanes exigieron el tuk-tuk.
Para disfrutar del sitio es necesario permanecer al menos dos horas, les garantizamos que lo apreciarán.
Hacer bicicleta en Don Daen
Cruzamos el Mekong para hacer bicicleta en la isla de Don Daen, que está justo al lado de Champasak (5 min en barco).
Tengan en cuenta que la distancia de norte a sur de la isla es de 7 km, así que si quieren darle la vuelta, hagan sus cálculos.
La dramática situación de nuestras podridas bicicletas fue dejada en el olvido al concentramos en el aspecto rural de la isla : hola la vaca, hola el búfalo.
Éramos los únicos turistas sobre los caminos de tierra rodeados de Wats y de arrozales, una experiencia extraordinaria.
La calma resplandecía en el aura de la isla.
¡Aprovechamos para perdernos, para comer helado y para jugar a la petanca, con todo y público!
El retorno caótico sobre las olas nerviosas del Mekong no borró los recuerdos inolvidables de nuestra tarde en Don Daen.
Hotel en Champasak
Nos alojamos en el hotel Vongpaseud. El dueño, que es un chino muy amable, tiene la mala costumbre de ofrecer el transporte hasta su hotel para luego cobrar el “transporte gratuito” si no se quedan en su guarida.
Su hotel es un hueco que sin duda, es el menos costoso de la aldea. La habitación es terrible, sin insonorización, no muy limpia e inconfortable. Bof, nosotros aprovechamos para negociar aún más nuestras noches. El hotel tiene una bonita terraza delante del Mekong y la comida en el restaurante es barata y comestible. Si tienes más presupuesto que nosotros, no duden en ir a otro lugar.
Para hacer su elección, hagan clic aquí.
Pero, sobre todo, no duden en quedarse unas noches en Champasak, ¡realmente lo vale!
Proxima estación, la meseta de Bolovens en Pakse!
Traveling Nomads es un blog de viajes creado por una Bibliotecaria geek y un Consejero pedagógico con experiencia en el arte de viajar. Juntos, estos aventureros han dejado su huella en cuatro continentes .