Koh Nang Yuan, aahhh la isla paradisíaca de Tailandia cuya imagen es idéntica a las tarjetas postales en circulación. Sí, ahí estuvimos, reposando sobre sus playas cristalinas, antes de que el viaje de regreso degenerara, enviándonos al mismo infierno. Aquí les contamos.
DE KOH SAMUI A KOH NANG YUAN
Después de practicar durante varios días el arte de imitar las morsas en las playas de Koh Samui, nos dijimos que sería de gran beneficio hacer otra vaina en otro lugar. Como de costumbre, elegimos la visita y la dejamos para el día siguiente. Ah, fuimos ingenuos …
Como ir a Koh Nang Yuan
Para ir a Koh Nang Yuan de Koh Samui sin tener que comprar un tour “buceo” caro y lleno de turistas, hay dos buenas opciones económicas: Le Seatran o el catamaran Lomprayah.
Con Lomprayah hay dos salidas de ida y vuelta desde el puerto de Mae Nam : a las 8:00 am y las 24:30.
Desde el puerto de Nathon: 11:15 am y las 5:00 pm (sólo ida)
El viaje puede durar de 1h30 a 2h. Costará alrededor de 1.200 baht por persona.
Antes de salir, en el puerto, deben pagar en efectivo para los niños: hasta 80 cm gratis, desde 80 cm a 130 cm descuentos.
Pueden reservar en Internet y pedir que una de las camionetas de la compañía los recojan en el hotel. Es gratuito.
Con Seatram, es casi lo mismo en los horarios. La diferencia: los dejarán en Ko Tao, donde tendrán que arreglárselas para ir a Koh Nang Yuan. Seatram cobra la recogida hotel-puerto-hotel.
Por supuesto, si se encuentran en Koh Phan Gang y desean ir a desenguayabarse a Ko Nang Yuan, se tardarán solamente 1 hora. Si se encuentra en Koh Tao, les llevará sólo 15 minutos en un bote de cola larga tradicional.
ESTADÍA EN KOH NANG YUAN INCLUYENDO CONSEJOS
Cuando llegamos nos sorprendió la belleza idílica de esta isla.
Atención, tienen que pagar la entrada a la isla , alrededor de 100 baht. Lleven dinero en efectivo.
Llegar temprano es mejor , así podrán escoger su lugar en la arena blanca y serán los primeros en alquilar una silla o en la línea para alquilar una mascara de buceo.
Tener una máscara de buceo es necesario. Sólo tienen que hacer cinco pasos en el mar, meter la cabeza en el agua y los peces les van a salir hasta por las orejas. Si quieren ir más lejos que la orilla del mar, hay un servicio de instructores de buceo en la isla.
Como aveces se nos da la gana de ser antisociales, decidimos alejarnos de la gente. Menu del día : imitación de morsas, espectáculos de baile y piruetas casi-mortales de nuestros herederos.
Nuestra próxima misión, fue la de subir una de las tres montañas que componen Ko Nang Yuan. Los 20 minutos que dura la subida incluyen la visita obligatoria de los enormes mosquitos asesinos.
Báñense con su repelente favorito antes de que estas bellezas jurásicas les arranquen un pedazo de piel.
La escalada se hace hasta en sandalias. Los turistas quejones les dirán que es difícil subir hasta la cima porque las escaleras se convierten en rocas destinadas a romperles las extremidades, pero no, no. Si como nosotros, tienen cuidado donde ponen los pies y rezan unos Ave Marías, evitaran caerse en el precipicio y llegaran a la cima de la montaña. Una vez allí, podrán sentarse en las rocas benditas y disfrutaran de la maravillosa vista de esta isla de Tailandia.
Una vez en la cima, les dará el gusto de quedarse una noche en este paraíso tropical. Sepan que solamente hay un hotel en Koh Nang Yuan. Este les costara unos 1500 bahts/noche.
No tuvimos otra opción que llevar nuestra propia comida…mmm…el clasico “mama-otra-vez-sandwich?” con frutas y galletas de sodas para las colaciones. Hay solamente un restaurante en Ko Nang Yuan y no es para los pobres $$$$$$.
Por ultimo, sepan que las botellas de plástico y las latas son prohibidas en la isla.
EL REGRESO DE KO NANG YUAN HACIA KO SAMUI QUE DEGENERÓ
Al final de nuestro día, las nubes se mostraron grises. La lluvia vino y el barco que nos llevaría a Koh Samui se presentó con una hora de retraso. Esto no nos molestó, puesto que pasamos un día maravilloso!
Cuando entramos en el barco nos dimos cuenta de que el regreso no sería fácil. El catamarán comenzó a balancearse por todos lados debido a los fuertes vientos y las enormes olas irregulares (gracias maldita lluvia).
Mi vecino empezó a vomitar y mi primera reacción, sin compasión, fue la de reírme de su situación. El vecino del vecino vomitó aun mas fuerte, la de delante, el de atrás y los dos en diagonal también. Nuestra chiquilla de 5 años se dijo, por qué no hacer lo mismo?
La epidemia de la nausea se extendió al ritmo del baile del catamarán.
Por todas partes había gente con espasmos. Las cabezas del 98 % de los pasajeros se encontraban sumergidas en las bolsas de plástico. A uno de nosotros se le dio por ir al baño y casi se cae por la borda.
En resumen, todo se movía de forma caótica y la música, la música hermosa proviniendo de las profundidades de ciento cincuenta estómagos, era el único sonido en el ambiente. No supimos porque fuimos los únicos sin vomitar, sin disfrutar de aquellos ataques de abatimiento.
Hipótesis: tal vez la emisión de bromas “Just for Laughs” emitida en la televisión del catamaran mientras que todo el mundo tenia la nausea, nos hizo olvidar el deber de solidaridad de nuestros intestinos. Tal vez las galletas de soda que habíamos comido en la isla a causa de nuestra pobreza fueron las que nos salvaron. Hourra!
En resumen, dos horas de intenso placer para refinar nuestro oído y el olfato con las emisiones ácidas de los otros. Nos detenemos aquí por el bien de su estómago.
Cuando llegamos al puerto besamos el suelo de Ko Samui, como sobrevivientes de una película de horror. Al día siguiente, regresamos a nuestra playa para convertirnos otra vez en cuatro morsas. Al diablo con los visitas, pero aún así, viva Koh Nang Yuan! ISLA RECOMENDADA.
Traveling Nomads es un blog de viajes creado por una Bibliotecaria geek y un Consejero pedagógico con experiencia en el arte de viajar. Juntos, estos aventureros han dejado su huella en cuatro continentes .